Corría el año 1957, cuando la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego, con una mirada visionaria y de la mano de su entonces presidente don Pedro Poklepovic, promulgó la iniciativa de la construcción de un gran hotel en la ciudad de Punta Arenas como motor impulsor de la naciente industria turística en la región.
Dicha iniciativa, apoyada por el alcalde del momento, don Manuel Ibáñez Pérez, representó una inversión millonaria de mil millones de pesos de la época. Se definió su ubicación frente a la plaza Muñoz Gamero, para lo cual se compraron los terrenos, especialmente para este efecto.
El edificio, con una estructura de ocho mil quinientos metros construidos, constaría de nueve pisos, de los cuales los superiores serían un hotel de turismo con cien habitaciones amplias y confortables, mientras que los pisos inferiores servirían para dar cabida a oficinas y locales comerciales.